Buenos dias amig@s de Hisal!!  En nuestro post de hoy os vamos a contar cuáles son las enfermedades más comunes en otoño y cuále son sus causas.

 Cambios de humor, infecciones y alergias respiratorias aparecen en otoño ligados a factores climáticos y a la mala ventilación de las casas. Y es que todas las infecciones tienen un patrón estacional. 

Tras recabar información de la Organización Mundial de la Salud y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) creó un calendario de aparición de decenas de infecciones para explica los factores que influyen en su estacionalidad.

De esa manera verificó que hasta las infecciosas crónicas se manifiestan en unos meses u otros preferentemente. Por ejemplo la hepatitis B en China y México se daba más en primavera y verano, mientras en la India ocurría en invierno.

La estacionalidad: un fenómeno complejo

Los más fáciles de entender son los factores ambientales como la temperatura y la humedad, al menos en las enfermedades transmitidas por mosquitos. El Zika es un ejemplo clásico pues el clima tropical favorece la proliferación de estos. Un estudio demuestra que el dengue se da más en la temporada lluviosa en Tailandia, por ejemplo.

El segundo factor es el comportamiento del anfitrión (el que padece la infección). El ejemplo típico es el hacinamiento en los cuarteles de reclutas lo que favorece el contagio.

El tercero es la fenología, la parte de la meteorología que estudia cómo el clima influye sobre los fenómenos biológicos periódicos, como son la hibernación o la migración. Estos se asocian a infecciones.

Por último, estarían los factores bióticos exógenos, es decir ajenos a la relación entre el microbio y el anfitrión. Un ejemplo sería la enfermedad de Lyme, una infección donde la bacterias causantes afectan a los humanos de manera mediada, involucrando otros seres vivos.

La inoculación necesita de la picadura de unas garrapatas del genero ixodes que a su vez se encuentran en roedores. En verano, los humanos salen a pasear por la naturaleza donde el contacto con roedores es más fácil y también es la temporada en que las ninfas de la garrapata están más activas.

La menor renovación del aire facilita que las alergias al polvo se den más. La causan los ácaros que viven en las zonas más polvorientas, cálidas y húmedas de la casa como en alfombras y fondos de armario. Las sustancias que desprenden en el polvo ambiente son muy alérgenas.

Literalmente en nuestras manos: se recomienda taparse la nariz con un pañuelo desechable al toser y estornudar. Los expertos señalan la importancia de lavarse las manos antes de llevárselas a la nariz o a la boca.

Pero no sólo la higiene individual basta. En una época en la que el miedo a las vacunas prospera, es importante resaltar la importancia que tienen en mantener la salud comunitaria.

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