Como todos sabéis, la plaga procesionaria del pino cada vez es más común en nuestro país en invierno y a principio de primavera pero…¿Cuándo es el momento de prevenirla?

La oruga procesionaria de pino (Thaumetopoea pityocampa) es la plaga forestal más extendida en España y en los últimos años se ha visto favorecida por el aumento general de las temperaturas. Aunque la aparición de las larvas se da en el primer cuatrimestre del año, se recomienda tratar la plaga a principios de otoño cuando se encuentra en su momento más vulnerable. Es en otoño, cuando las larvas son pequeñas, el mejor momento para atajar el problema y controlar la plaga.

Sale de los árboles y forma una procesión serpenteante cruzando el terreno hasta encontrar un suelo blando donde enterrarse. La procesión no estará lejos de un pino, pero eso no significa que sólo se puedan ver en pinares, ya que tanto se encuentra en zonas urbanas con pinos como en pinos plantados en los arcenes de la carretera.

De las diferentes fases del ciclo vital de este insecto, sólo durante la fase de oruga supone un peligro para las personas y los animales domésticos. La fase adulta de polilla tiene una vida breve que no representa peligro alguno. Podemos observar estas polillas volando durante las noches de verano. La polilla macho se siente atraída por las feromonas sexuales que emana la polilla hembra. Es por ésto último que, uno de los sistemas para poder combatir esta plaga es con trampa de feromonas. Se trata de un método de bajo impacto ambiental y sin insecticidas capaz de prevenir el desarrollo de dichas polillas atrapándolas y evitando así su desarrollo.

Tratamiento innovador

Son varias las medidas que se pueden tomar para evitar la propagación de esta plaga, pero uno de los sistemas más innovadores está basado en el tratamiento de inyecciones de baja presión en el tronco de los árboles afectados. Mediante una única aplicación al año, entre octubre y diciembre, se elimina totalmente la procesionaria.

Aplicar estas medidas en otoño impide el descenso de las orugas en procesión hacia el suelo, evitando el momento de mayor peligro de contacto con los seres humanos y animales domésticos.

Para prevenir los daños que conlleva el contacto con estas orugas el mejor consejo es evitar a estas criaturas de presunta apariencia inocente a toda costa. Las orugas están cubiertas de diminutos pelos urticantes que son su mecanismo de defensa. A menudo estos pelos son expulsados por lo que pueden estar en torno el aire de los árboles infestados, en las ramas por las que se desplazan y también siguiendo la línea de la procesión.

Cuando los humanos y mascotas entran en contacto con estos pelos pueden causar reacciones que van desde una leve inflamación e irritación a un shock anafiláctico severo.  Los peores problemas se producen si se produce contacto directo con la oruga o si se ingieren los pelos urticantes, bien sea por caminar sobre ellas o manipulándolas de algún modo. Una vez en contacto con la piel pronto surge un sarpullido que puede causar un fuerte picor. En el caso de haber tenido la mala suerte de esto se debería consultar a un médico. La erupción puede ser dolorosa, con fuerte comezón y pudiendo durar hasta tres semanas.

Si usted es consciente de la presencia de orugas de la procesionaria en su área, puede ponerse en contacto con nosotros. Como empresa de fumigación y control de plagas en Almería os informaremos de los pasos a seguir para poder ayudar a que dichas plagas se extiendan.   Bajo ninguna circunstancia se debe tratar de manejar las orugas, reducir los nidos o tratar de quemarlos.

 

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